Tendré 30 años y aún llamaré a mi familia llorando como bebé para contarles que estoy enferma y que luego ellos me den los remedios caseros que ya me han dado pero que si me repiten me hacen sentir mejor.
Tendré 30 años y aún llamaré a mi familia llorando como bebé para contarles que estoy enferma y que luego ellos me den los remedios caseros que ya me han dado pero que si me repiten me hacen sentir mejor.